domingo, 31 de enero de 2021

La República Dominicana y su turismo.

  El Turismo de la República Dominicana.

República Dominicana es el segundo país más grande y diverso del Caribe. Con vuelos directos desde las principales ciudades de Latinoamérica, Estados Unidos, Canadá y Europa es un país que se destaca por la calidez de su clima y la hospitalidad de su gente. Considerado un destino sin igual que cuenta con una naturaleza extraordinaria, fascinante historia y gran riqueza cultural.

Está rodeado por el Océano Atlántico hacia el norte y el Mar Caribe hacia el sur, donde se enorgullece de contar con más de 1,600 km de costas y 400 km de las mejores playas del mundo, magníficos hoteles y resorts, e infinidad de opciones en deportes, entretenimiento y recreación. En este país se puede bailar al ritmo contagioso del merengue, renovarse en los lujosos y variados hoteles, explorar antiguas ruinas, deleitarse con la mejor gastronomía dominicana, o vivir aventuras ecoturísticas en sus magníficos parques naturales, cordilleras, ríos y playas.

Este país es considerado como el primer asentamiento europeo en América, y bautizado por Colón como La Española llegando a ser la colonia más rica del mundo. Quien visite este país logrará disfrutar de su privilegiado clima y de una diversidad paisajística que aglutina selvas tropicales, playas de aguas cristalinas, elevadas cordilleras, fértiles valles y asombrosos manglares, que lo convierten en un destino vacacional idílico. 

Bayahibe,  unas de las playas de aguas cristalinas de la República Dominicana.

Su capital, Santo Domingo, es el asentamiento más antiguo del Nuevo Mundo. Animada y bulliciosa mantiene el encanto y el sabor de siglos de historia. Posee un barrio colonial, declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1990, donde se puede explorar sus joyas arquitectónicas. En este asentamiento se pueden descubrir edificios centenarios como El Alcázar de Colón, La Catedral de Santo Domingo, declarada en 1546 la primera catedral de América, El Templo de las Mercedes o La Fortaleza Ozama.

Alcázar de Colón.


Catedral Primada de América.

En la región norte, popularmente conocida como El Cibao, se conoce la maravillosa Ciudad de Puerto Plata, bautizada así por Colón por el reflejo plateado que el sol imprime en el mar. En esta se puede navegar por sus bellas costas en catamarán o en barco con fondo de cristal, mientras se observa la fauna marina, o mejor contemplar la ciudad desde la cima de la montaña Isabel de Torres en un viaje en teleférico. 

Teleférico de Puerto Plata.

Así mismo, se puede recrear en las playas cercanas, Cofresí, Sosúa o Cabarete, fuentes de los deportes de aventura donde además, se logran conocer las lagunas subterráneas de las impresionantes cuevas de Cabarete. También se puede visitar el Museo del Ámbar o la destilería del célebre Ron Brugal. 

Museo del Ámbar.

En la región de Monte Cristi se encuentra el Parque Nacional Submarino de Monte Cristi, al que pertenecen las islas de Cayo Siete Hermanos, donde se disfruta del buceo en un área natural protegida de gran valor y belleza. 

Parque Nacional Submarino de Monte Cristi.

La zona este del país se corresponde con el turismo más tradicional, lo que se traduce en una inmejorable infraestructura turística. En la costa de Punta Cana y Playa Bávaro se encuentra una amplísima oferta de hoteles de todo incluido con todas las comodidades para el viajero.

Hyatt Ziva Cap Cana, Resort en Punta Cana.

En La Romana, otro de los destinos más populares del país, se disfruta de hermosas playas como Isla Saona, Catalinita o Playa Rincón, disfrutar de partidos de béisbol o torneos de golf o probar suerte en el casino Dominicus. Desde aquí parten numerosas excursiones para disfrutar de una jornada de compras, desde la artesanía popular de Bayahibe hasta las surtidas boutiques de la Marina Casa de Campo.

Isla Saona, viaje en catamarán.

Asimismo, no se puede olvidar visitar Altos de Chavón, réplica de un pueblo Italo-español del siglo XVI, construido en 1976, punto de encuentro de artistas, galerías y talleres. Además, conocer el Parque Nacional del Este recorriendo el Sendero Ecológico y Arqueológico Padre Nuestro a través del hermoso bosque tropical. Se vive la aventura en los museos submarinos que recorren la costa en una ruta ecoturística subacuática partiendo del naufragado buque pirata del Capitán Kidd.  

Anfiteatro Altos de Chavón.

En Hato Mayor se disfruta de la belleza del Parque Nacional de los Haitises, Las Cuevas de La Arena, El Ferrocarril y San Gabriel. Si el viaje es en febrero o marzo a la Bahía de Samaná, es asombroso el espectáculo de la llegada de las ballenas jorobadas. En la isla de Cayo Levantado se logra saborear la gastronomía de la zona en un entorno idílico y las excursiones a pie o a caballo al salto El Limón, donde se descubre una cascada de 40 metros sobre a una piscina natural en la que se pueden refrescar los viajantes.

Cayo levantado, Samaná.

El suroeste de República Dominicana permite descubrir la cara más deportiva del país, ya que se disfruta de la práctica de deportes acuáticos en sus maravillosas playas que, junto con las impactantes montañas, confieren al territorio una belleza única, capaces de regalar grandes riquezas naturales que se logra disfrutar. 
El suroeste, por tanto, es perfecto para el ecoturismo, ya que cada visitante será capaz de recorrer lugares únicos en el mundo como Barahona, una región con tal belleza natural que alberga tres parques nacionales y el Lago Enriquillo, el más grande de todo el Caribe.

Lago Enriquillo, Barahona.

Del mismo modo, se encuentran muestras de la gran importancia cultural que tienen regiones como Bahoruco, donde viven gran cantidad de artistas de diversas materias además, ser testigo de un acontecimiento único en el mundo, ya que puede visitar el Polo Magnético, un lugar donde la ley de la gravedad, misteriosamente, se invierte. Todo ello, acompañado por una gastronomía inigualable, llena de aromas y sabores caribeños, y donde el famoso plátano de Barahona se funde en un perfecto maridaje con los frutos que el mar y el río regalan cada día.

Polo Magnético, Barahona.

Más allá de sus increíbles playas, el interior del país también tiene mucho que ofrecer. En los valles de Cibao y de la Vega, se disfruta de todo tipo de actividades de aventura incluyendo rafting, tubing y barranquismo e incluso atreverse con el parapente o una excursión al pico Duarte, el más alto del país.  

Y, por último, está la localidad de Santiago de los Caballeros, la segunda en extensión tras la capital, donde es obligatoria la visita a la fábrica de puros La Aurora Cigar Factory. De igual manera, en Concepción de la Vega no se puede perder el carnaval más vistoso de toda República Dominicana. 

Carnaval Vegano.



sábado, 30 de enero de 2021

Conozcamos sobre la flora y la fauna de la República Dominicana.

 República Dominicana: Flora y Fauna.

La República Dominicana es conocida en el Caribe, como unos de los países más llamativos que han podido existir. Se caracteriza por el verde de sus exuberantes bosques, el impactante azul turquesa que se mueve al ritmo de las olas y la pincelada dorada que le dan las playas, hacen de este un cuadro incomparable. "Los colores de la naturaleza son únicos en República Dominicana" . 

Este país posee el mayor tesoro que otros anhelan tener y es una hermosa biodiversidad. Este paraíso caribeño posee más de 15 parques nacionales y numerosas zonas protegidas, que atraen a biólogos de todo el mundo por dar refugio a especies únicas en el planeta. 
 
La abundancia y variedad de especies animales y vegetales se remonta a tiempos ancestrales cuando se formaron climas y ecosistemas únicos. Gracias a esto, ahora el inventario de flora y fauna supera las 6.000 especies, siendo muchas de ellas endémicas, lo cual significa que existen solo en las condiciones naturales de esta parte del mundo.

Un claro ejemplo de la particularidad de las especies, la encontramos en la región de Samaná. Su origen geológico, bastante montañoso y muy escarpado, protege el interior a tal punto que aún hay zonas donde la naturaleza se encuentra completamente intacta. 

Parque Los Haitises.

La fauna del Parque de Los Haitises es la más representativa a nivel nacional. Al ser un parque costero-marino, abundan los pelícanos, las cotorras, las lechuzas y las tijeretas. Mientras que en las aguas saladas y dulces conviven alrededor de 800 especies de peces.

Una de las grandes atracciones en Samaná para los turistas son las enormes ballenas jorobadas retozando cerca de la costa. Su temporada de observación dura desde el 15 de enero hasta el 30 de marzo. Punta Balandra, en el camino desde la Ciudad de Samaná hasta Las Galeras, es un lugar estratégico para observar a las ballenas sin tener que abordar un bote.

Esta especie de ballena aparece en la misma época, en algunas partes de Suramérica. Las ballenas jorobadas, con casi cincuenta toneladas de peso, saltan y juguetean en las aguas de la bahía para asombro del extranjero que las observa como parte de los atractivos turísticos de la zona. Navegan unos 65,000 km sin alimentarse; tampoco lo hacen durante su estadía en las costas dominicanas. Solo después de marzo, durante el retorno a sus sitios de origen, se alimentan en el camino de peces diversos, donde el arenque es uno de sus preferidos. La ballena jorobada no posee ninguna joroba se le conoce debido a que al asomarse a la superficie su lomo adquiere una forma de arco antes de sumergirse a la profundidad del mar. Durante su permanencia en aguas dominicanas la población de las ballenas aumenta un 30 % debido a su reproducción.

Encontramos también a los reptiles donde son igualmente las estrellas del país, siendo la iguana la especie más abundante de todas, especialmente en la Sierra de Bahoruco y Pedernales. El cocodrilo es el rey de la fauna dominicana, lográndose encontrar en numerosos lagos y lagunas del país. 

Cocodrilo en el Lago Enriquillo.

En la República Dominicana se han identificado hasta el momento 111 especies de lagartos y lagartijas, de las cuales unas ochenta son endémica, o sea locales. En cuanto a las culebras, hay 29 especies endémicas. 

Mamíferos: En el territorio dominicano hay 20 especies de mamíferos propios de la isla. Estos son la jutia, el solenodonte y 18 especies de murciélagos, una de ellas endémica.  Asimismo, durante todo el año se pueden observar en las aguas territoriales mamíferos marinos como el manatí y varias especies de delfines.

Jutía dominicana.

Aves locales: Habitan 254 especies de aves, de las cuales solo 26 se encuentran en toda la isla. Entre estas últimas se destacan la cotorra, el perico y la cigua palmera, considerada ave nacional de la República Dominicana. La sierra de Bahoruco es lugar de anidada para la cotorra (Amazona Ventralis) especie endémica cuyas plumas adornaban los cabellos de los pobladores.

Ave Nacional de la República Dominicana,
 Cigua palmera.

Especies introducidas: Algunas especies, como la rana toro, el hurón y el ave llamada aura tiñosa, fueron introducidas en 1916 durante la invasión norteamericana. Las gallinas, cerdos, caballos y otros animales fueron traídos desde España por los conquistadores a partir de 1493. Como en casi toda América, la fauna importada es la de mayor valor para la alimentación, como los cuadrúpedos: el cerdo, el chivo, las vacas, el caballo y otras especies conocidas. También han sido introducidos perros europeos, conejos y diferentes aves de corral.

Caballo:
Unas de las faunas de alta importación
en la República Dominicana.


Especies protegidas: 
Son especies protegidas aquellas que se hallan en vías de extinción, es decir, animales y plantas que, afectados por la acción del hombre y las transformaciones de la naturaleza, se encuentran en peligro de desaparecer.

Entre estas especies, encontramos:

  • Cocodrilo americano uno de los reptiles más grandes que existen. El alto precio de sus pieles es la causa de que se encuentren en peligro de extinción. Hoy son una especie protegida por el país.
  • La jutia y el solenodonte se encuentran amenazados y en vías de extinción, y por tanto se consideran especies protegidas. 
  • Aves como la cotorra, las dos especies de barrancoli, la cigua palmera, que solo existe en la isla de Santo Domingo, y el perico dominicano son especies protegidas.
  • Algunas tortugas marinas, como la caguama, la carey, la tinglar y la tortuga verde, aunque no pertenecen exclusivamente a la fauna dominicana, se encuentran bajo protección. Del mismo modo son protegidas dos especies de jocotea, tortugas de agua dulce que abundan en lagunas, ciénagas y ríos.

Cotorra.
Unas de las aves dominicanas en peligro de extinción.

 

Flora:

Manglares dominicanos.

República Dominicana, con una superficie de 48,198 km², tiene una alta diversidad florística si la comparamos con otros territorios de extensión similar. Esto se debe a la gran diversidad de ambientes y diferencias altitudinales, que van desde la Isla Cabritos en la región Suroeste, a unos 44 metros bajo el nivel del mar, hasta el Pico Duarte, a unos 3,175 metros sobre el nivel del mar, el de mayor altitud de las Antillas.

Los tipos de vegetación varían desde el bosque seco espinoso hasta el bosque nublado, pasando por bosques xeromorfos sobre sustrato de rocas ultramáficas, humedales, bosques latifoliados húmedos, pinares, entre otros.

En cuanto a las especies vegetales, su densidad tan solo en la isla de Santo Domingo supera a la de Cuba, Puerto Rico y Jamaica. Mientras que en el interior los helechos forman bosques enteros, en las zonas acantiladas crecen plantas únicas como ciertos cactus de tamaño gigante.

El más conocido es la rosa de Bayahibe que, además de ser de los pocos que tiene hojas, da lugar a la flor nacional dominicana de un bonito tono rosado y con unos pétalos muy delicados.

Rosa de Bayahibe.

Entre toda la vegetación, los manglares se hacen esenciales tanto para el equilibrio natural de los ecosistemas como para los habitantes de la zona. Se les consideran auténticos representantes de la supervivencia dado que crecen en condiciones difíciles como el agua salada y las duras tormentas características del país. Su importancia reside en que son los guardianes de la costa, protegiendo a los pueblos de la erosión y convirtiendo la tierra en el entorno prefecto para cultivar. Además, son zonas de reproducción y descanso para aves como la garza o el albatro y un sinfín de animales marinos las utilizan como guarderías para sus retoños.

Actualmente, como resultado de las exploraciones y estudios realizados por técnicos del Jardín Botánico Nacional en los últimos 30 años, se ha incrementado el número de especies, con reportes y descripciones de nuevas especies para la ciencia, llegando a 6,000, de las cuales 2,050 son endémicas. Muchas de estas especies tienen distribución muy restringida y crecen en ambientes muy especiales.

Sierra de Bahoruco.

La Sierra de Bahoruco es el lugar donde existe la mayor proporción de especies endémicas debido al aislamiento a que estuvo sometida por un canal marino durante un largo período geológico, razón por la que esta zona también presenta el mayor número de especies en peligro de extinción.

Otras zonas o regiones que albergan un alto número de especies endémicas son: Barbacoa-Casabito, Sierra de Neiba, Península de Samaná y la región de Los Haitises.

Varios factores asociados a actividades antrópicas han provocado la destrucción, fragmentación o disección de los bosques, como el corte de madera preciosa, el establecimiento de plantaciones de caña de azúcar, arroz, café, cacao y otros rubros en laderas y zonas montañosas, producción de carbón, expansión urbana, construcciones viales, y complejos turísticos.

Corte de madera.

Debido a estos factores, se han reducido drásticamente las poblaciones de cientos de especies, colocándose varias de ellas en condiciones de peligro de extinción. Muchas de las especies amenazadas tienen un gran valor ecológico o de equilibrio de la naturaleza, económico y sociocultural, como son: maderables, medicinales, para artesanía, ceremoniales o mágico-religiosas, ornamentales, melíferas y forrajeras, entre otros usos.

En definitiva, la flora y la fauna dominicana se caracterizan por ser inmensamente ricas en variedad y especies. Sus parques nacionales y reservas atraen a los turistas, ya que el paisaje es espectacular y mágico durante todo el año gracias al clima tropical de República Dominicana.

La República Dominicana y su turismo.

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